miércoles, 16 de julio de 2014

El Padrino

Una vez leí que El Padrino era un Rembrandt del siglo XX "pintado" por luces y cámaras. Yo estoy absolutamente de acuerdo con esto.
Se ha escrito tanto sobre la obra de Francis Ford Coppola que es casi imposible ser original y ofrecer algo fresco respecto a El Padrino. No obstante ya ante la inminente posibilidad de un muy real fracaso, me atrevo a comentar este trabajo desde unos matices diferentes y con aires "desconocidos". Espero que os guste.
Algunos dicen que El Padrino es una película o saga sobre la Mafia. Otros, que es sobre las grandes corporaciones y los juegos sucios de la alta esfera socio-política de la época. Otros, que es una obra sobre padres e hijos y su eterna lucha. Otros, que es sobre la Familia. Y aunque parezca increíble, El Padrino es una obra que trata sobre todo y cada uno de estos aspectos. Cuando hablo de El Padrino estoy hablando primero sobre el magnífico libro de Mario Puzo y segundo sobre la saga El Padrino en sí (I, II y III). 
Así, la saga nos muestra la gran América desde muchos ángulos y sensibilidades. La vida de los italo-americanos se mezclan con la de los nativos. Sus valores familiares, el habla, la jerga, los gestos, la cocina, son muy diferentes a los de las otras naciones que cohabitan en ese espacio de la américa continental que llamamos los Estados Unidos de América. Un país al cual vienen aquellos que buscan el sueño americano; el gran sueño de convertirse en alguien, escalando las clases sociales con esfuerzo y humildad con la esperanza de llegar a convertirse en aquél quién quieran.
La obra nos muestra el gran camino moisesiano de una familia italiana, cuyo "patriarca" Vito Corleone es un respetado hombre de negocios, dueños de muchas empresas, amigo de muchos políticos y el jefe una de las cinco Familias de Nueva York. Las familias (así lo llaman ellos) son organización criminales con las siguientes características: jerarquía, orden, lealtad, omertà (ley del silencio) y, sobre todo, el amor y el respeto por los valores familiares (tanto naturales como los de la ya mencionada organización). 
En pocas palabras: hablamos de La Mafia, el crimen organizado que es formado y liderado por los italianos de primera y segunda generación. El Padrino II arranca con unos pasajes de la infancia de Vito de los años 1900 para adelante y el I ya nos traslada a los años 50 y los 60 para adelante. Así pues, s. XX, los EEUU y las Familias.
Vito tiene 3 hijos (Sonny, Fredo y Michael) y una hija (Connie). A Vito le llaman "Padrino" en señal de respeto, admiración y por qué no, "obediencia". Una vez amigo del Padrino, siempre amigo del Padrino. Los que son amigos de él y tienen enemigos, el Padrino les convierte a aquellos a sus enemigos, por qué nunca olvida, nunca perdona y es leal siempre. 
Eso sí, el día que necesite un favor, acudirá a sus amigos a cobrarse el favor, y ese día siempre llega y más vale que los amigos no le decepciones...
"Bonasera, Bonasera, ¿qué he hecho para que me trates con tan poco respeto? Si hubieras mantenido mi amistad, los que maltrataron a tu hija lo habrían pagado con creces. Porque cuando uno de mis amigos se crea enemigos, yo los convierto en mis enemigos. Y a ese le temen".
La historia gira en torno a este mundillo de negocios turbios, ilegales muchas veces, pero también legales en otras, ya que como dicen algunos amigos de Vito "tú tienes a los políticos en tu bolsillo, harías bien en compartirlo con todos".
A lo largo de la cinta vemos cómo Don Corleone (Vito Corleone) ha de tomar decisiones sumamente complicadas, y cómo ante las desavenencias del destino, el hombre más poderoso de Nueva York es obligado a reconciliarse con sus enemigos, ofrecer su amistad, ser cauteloso y esperar su momento.
Pero la película no narra sólo la vida "gangsteresca" de estos personajes. Los hijos, Sonny (Santino), Fredo y Michael son el reflejo de la nueva generación, los hijos "americanos" de los italianos que tienen sueños, y muchas veces bien distintos que sus progenitores italianos. La lucha de pareceres, el amor hacia su patria (EEUU), hacia la Familia y hacia los valores italianos es el crisol social en el cual conviven los personajes. En  el filme veremos cómo todos estos elementos van a tener su importancia a la hora de afrontar unas u otras situaciones y cómo muchas veces los deseos más nobles ceden ante los deberes familiares y uno ve que antes de ser bueno y honesto deberá elegir, estar o no estar con la Familia y hacer o no hacer un movimiento: nada personal, solo negocios.
A lo largo de la saga veremos las inteligentes maniobras de Don Vito Corleone que hará todos para proteger a su familia, no ceder poder y preparar el poderoso futuro para sus hijos. También, cómo no, el ascenso de Michael Corleone (Al Pacino), su llegada al poder, "su sangriento bautismo", su apoteosis como ser humano y su conversión en el "gran Padrino", justo y digno heredero de su amado padre. La película nos acercará a la vida personal de Michael, sus amores, su matrimonio, sus hijos, sus amigos, su familia, sus hermanos...Veremos cómo el joven oficial de las fuerzas armadas de los EEUU es "obligado" a sustituir en el trono a su afamado padre y salvar el honor (y el poder) de la Familia Corleone. Acompañado por su leal Consigliere (consejero) Tom Hagen (Robert Duvall), su medio hermano, lidiará la guerra de las Familias y expandirá del ya extenso imperio de los Corleone. 
Para no caer en banales comentarios y no aburrirte con los tópicos habituales, a continuación me limitaré a comentar y contextualizar algunas de las frases más célebres de la saga a fin de "aclimatar y prepararte" para la visualización de la cinta. 
"Mi padre me enseñó muchas cosas aquí. En esta habitación. Me dijo: Mantén cerca a tus amigos, pero aún más cerca a tus enemigos", (Michael Corleone a Frank Pentangeli en El Padrino II).
Michael pronuncia esta frase durante la charla que mantiene con uno de los miembros de la Familia. Está sumamente enojado y decepcionado con muchos de los miembros de su entorno. Tras un intento de asesinato, Michael empieza a desconfiar. Todos pueden ser enemigos, incluso los amigos. En este momento de la película empieza a comprender que el poder conlleva a la soledad, el rey de la montaña ha de estar solo, mantener las distancias y sobre todo, no confiar en nadie....
"¿Vives con tu familia?. Bien, porque un hombre que no vive con su familia no puede ser un hombre ", Don Vito Corleone (Marlon Brando) a Johnny Fontane (Padrino I).
Aquí Don Vito Corleone le habla a Johnny Fontane (alter ego ficticio de Frank Sinatra según cuenta la leyenda).Y vemos cómo el hombre, que hizo posible el ascenso de este cantante mujeriego, le reprocha su actitud cobarde y le insta a vivir como un hombre, que aúnestando en Hollywood y rodeado de mujeres bellas ha de mantener algunos valores morales. Para el Padrino lo primero es la Familia. 
"Si algo nos ha enseñado la historia es que se puede matar a cualquiera.", Michael a Tom Hagen (Robert Duvall).
En esta terrorífica frase empezamos a descubrir (y conocer) al nuevo Michael, más despiadado, más decidido y más solitario. A partir de este momento ya nunca volverá a mirar atrás, ya nunca será el mismo.
"Fredo… Eres un extraño. Ya no eres mi amigo ni mi hermano. No quiero saber nada de ti. No quiero verte en los hoteles. Y mucho menos en mi casa. Si vas a ver a mamá, avisa un día antes para que yo no aparezca por allí. ¿Enterado?", Michael Corleone (Al Pacino) a su hermano mayor Fredo. Michael rompe definitivamente la relación con su hermano. Fredo, como se descubre a los largo de El Padrino II es uno de los principales artífices del atentado que sufre Michael en su propia casa. Cuando Michael lo descubre le agarra con sus manos y dice la famosa "Sé que fuiste tú Fredo, me rompiste el corazón, me rompiste el corazón". A partir de ahí Michael advierte a Fredo que no hay vuelta atrás, que nunca perdonará a su hermanos traidor y que nunca le volverá a dirigir la palabra. Como veremos en la cinta, Michael, el ya poderoso Padrino tomará una de las decisiones más controvertidas y difíciles de su vida y que esa fatídica decisión le atormentará toda su vida. 
En cuanto a la calidad artística y cinematográfica, no entraré en los innumerables premios ganaron las tres películas (entre ellos la famosa estatuilla del tío Oscar). Diré solo que el director Francis Ford Coppola, en aquella época un joven e inexperto realizador pudo conseguir un resultado inmejorable: gran banda sonora, inmejorable fotografía y ambientación y unos actores muy creíbles que están en su punto, sin sobreactuaciones ni cosas por el estilo, muy típicos en la época. La novedad es que la cámara se mueve, incluso en los primero planos, algo impensable para aquellos tiempos. Un detalle más: el color de la cinta es muy original y ya clásica a estas alturas, porque la idea era conseguir la tonalidad amarillenta de las viejas fotografías y poder así trasladar al público a la américa de los 30 y los 40. Y en mi humilde opinión, el propósito está más que logrado. Es por ello que al principio del comentario llamamos "un Rembrandt" a esta cinta tan peculiarmente luminosa y clásica. 
Querido lector, para terminar, decirte que la saga cuenta con un elenco de actores de enorme fuerza y celebridad, y que muchos dejaron su huella en la historia de la cinematografía precisamente por sus papeles en estas películas. Cómo no hay que recordar al gran Marlon Brando (Vito Corleone, Don Corleone, el Padrino) y su eterna y poderosa majestad Don Al Pacino (Michael Corleone, después Padrino, Don Corleone). Aunque Pacino lo niega en su libro autobiográfico ante la insistencia de su amigo y escritor Lawrence Grobel (Larry, así le llama Pacino), me gusta creer que esta frase sí se dijo durante la década de los setenta cuando El Padrino se convirtió en una película clásica y lanzó al estrellato al joven y desconocido Al Pacino: "La gente vino al cine a ver a Marlon, pero salió recordando un solo nombre, el de Al Pacino". 

lunes, 14 de julio de 2014

House of Cards


House of Cards (TV Series)
Serie de TV (2013-Actualidad). El implacable y manipulador congresista Francis Underwood (Kevin Spacey), con la complicidad de su calculadora mujer Claire (Robin Wright), maneja con increíble destreza los hilos de poder en Washington con la intención de ocupar la Secretaría de Estado del nuevo gobierno. Frank sabe que los medios de comunicación son vitales para conseguir sus objetivos, por lo que decide convertirse en la "garganta profunda" de la joven y ambiciosa periodista Zoe Barnes (Kate Mara), ofreciéndole exclusivas que desestabilicen e incluso hundan a sus adversarios políticos. Nueva adaptación de la novela homónima de Michael Dobbs, en la que se basó una miniserie británica de 1990. (Filmaffinity)

Querido lector, en esta entrada escribo sobre uno de los personajes más controvertidos de los últimos años de la televisión. Los que han seguido o siguen la virtuosa serie House of Cards (el remake americano de la archifamosa serie británica de título homónimo que contaba con el gran Ian Richardson como protagonista) sabrán de quién hablo. Y no se equivocan, hoy hablaremos de Frank Underwood (interpretado por Kevin Spacey: está en su salsa, una actuación inspiradora y sublime) el congresista más astuto, inteligente, taimado, cruel y poderoso de Washington que no se detendrá ante nada a fin de subir la larga escalinata hacia un poder cuasi divino que garantizan los altos cargos del gabinete presidencial.
House of Cards es una serie que nos muestra el poder, en su más real y cruda expresión. la trama gira en torno al líder de la mayoría del Congreso Frank Underwood que junto a su amada esposa y amiga de intrigas Claire intentará posicionarse lo más cerca al gabinete presidencia. Tras apoyar al candidato "idóneo" Frank espera su recompensa: un Secretaría del Estado (Ministerio o Ministro en España). Contra todas las predicciones el Presidente decide elegir al otro; le dar las gracias respetuosamente a Frank y asegura necesitarle más en el Congreso que en la administración gubernamental. 
No obstante, tras una larga noche de insomnio y reflexión Frank, alentado por su mujer, limpia sus zapatos, se pone su traje prefereido sobre la inmaculada camisa blanca y sale a trabajar, a Washington, como cualquier otro día. El bueno de Francis (así le llama su bella esposa de las interminables piernas) sabe muy bien la diferencia entre el poder y la riqueza. No le importa el dinero. Lo que más anhela es estar cerca del PODER, estar en la "la jugada" (si no estás en la mesa, estas en el menú convendría decir). 
Una vez, el congresista, decepcionado por la actitud codiciosa de su ex asistente, dice "la diferencia entre la riqueza y el poder es que la riqueza es una bella mansión que puede destruirse por una fuerte tormenta, mientras que el poder es duro y resistente como una roca que, aunque a primera vista no es tan atractivo como el dinero es duradero a lo largo del tiempo". 
Así empieza el piloto de la serie política más famosa de los EEUU que hasta el Presidente Obama dijo por twitter: "No quiero spoilers, por favor". Y añadió en un entrevista que "ojalá todos sus colaboradores fueran tan eficientes como Frank Underwood". Es que el "halago presidencial" a Frank no es gratuito. Frank representante el arte de la guerra y la manipulación en su máximo esplendor, en el que no hay lugar para los débiles ni para los que tienen prejuicios, ni los escrupulosos y bondadosos de corazón. 
Desde el punto de vista jurídico es muy importante destacar la calidad de la serie en cuanto al funcionamiento de las relaciones políticas se refiere. Sobre todo, la realidad americana. Aquí en Europa quizás nos extrañe y parezca increíble la fuerza de los grupos de presión, los llamados LOBBY, pero no es así en el país mas poderoso del planeta. En el país que presume ser el más democrático, las leyes y enmiendas (Acts and Amendments) son el resultado de las presiones que reciben los grupos políticos de las grandes corporaciones. Los grandes magnates son los que compran y venden votos, pactan el futuro venidero bajo sus condiciones, ya que no hay que olvidar que estamos en un contexto muy americano: el dinero nunca duerme diría Gordon Gekko (Wall Street, 1987), personaje del mundo de finanzas interpretado magistralmente por Michael Douglas.
Desde el punto de vista visual hay que remarcar el breaking de la llamada cuarta pared, Frank habla a la cámara, nos habla a nosotros, directamente ,en los momentos cruciales, tensos o cuando simplemente tiene algo que decir. Es una herramienta mu bien utilizada en esta obra.
Así pues, habiendo realizado las presentaciones necesarias, queridos amigos y amigas, amantes del buen cine y series, os invito a visualizar esta obra de arte que de momento cuenta con dos temporadas y a la espera de la tercera y cuarta. Nominado a muchos premios y ya ganado unos cuantos esta serie apuesta por un estilo fresco y rápido. 
Con unos planos ágiles y trepidante ritmo, el espectador no se cansa. La banda sonora también es una protagonista indiscutible en esta serie, ya que va avisando de los momentos de máxima tensión y los giros imprevisibles.
Ah! Una cosa más, no olvidéis: lo que más valora Frank es la LEALTAD. Be loyal to him. He appreciates that! 
P.D.: muy importante la figura Claire Underwood. La mujer de hierro que apoya a Frank en todas sus decisiones. Sabe muy bien de los poco affairs de Frank, siempre con objetivos políticos y le comprende. Comprende muy bien el juego político de las altas esferas de Washington y hará todo lo posible para que su amigo, compañero y esposo les lleve hacia el deseado parnaso, una cima que ellos están seguros de que merecen conquistar. 
Bajo la incuestionable belleza de esta mujer, se esconde (si es que podemos utilizar este término para la poderosa y manipuladora Claire) un ser humano frío y calculador que guiará a Frank por los inescrutables caminos del destino para afrontar la temida lucha  que mantiene el congresista con  los hombres más poderosos del Mundo Libre.