House of Cards (TV Series)
Serie de TV (2013-Actualidad). El implacable y manipulador congresista Francis Underwood (Kevin Spacey), con la complicidad de su calculadora mujer Claire (Robin Wright), maneja con increíble destreza los hilos de poder en Washington con la intención de ocupar la Secretaría de Estado del nuevo gobierno. Frank sabe que los medios de comunicación son vitales para conseguir sus objetivos, por lo que decide convertirse en la "garganta profunda" de la joven y ambiciosa periodista Zoe Barnes (Kate Mara), ofreciéndole exclusivas que desestabilicen e incluso hundan a sus adversarios políticos. Nueva adaptación de la novela homónima de Michael Dobbs, en la que se basó una miniserie británica de 1990. (Filmaffinity)
Querido lector, en esta entrada escribo sobre uno de los personajes más controvertidos de los últimos años de la televisión. Los que han seguido o siguen la virtuosa serie House of Cards (el remake americano de la archifamosa serie británica de título homónimo que contaba con el gran Ian Richardson como protagonista) sabrán de quién hablo. Y no se equivocan, hoy hablaremos de Frank Underwood (interpretado por Kevin Spacey: está en su salsa, una actuación inspiradora y sublime) el congresista más astuto, inteligente, taimado, cruel y poderoso de Washington que no se detendrá ante nada a fin de subir la larga escalinata hacia un poder cuasi divino que garantizan los altos cargos del gabinete presidencial.
House of Cards es una serie que nos muestra el poder, en su más real y cruda expresión. la trama gira en torno al líder de la mayoría del Congreso Frank Underwood que junto a su amada esposa y amiga de intrigas Claire intentará posicionarse lo más cerca al gabinete presidencia. Tras apoyar al candidato "idóneo" Frank espera su recompensa: un Secretaría del Estado (Ministerio o Ministro en España). Contra todas las predicciones el Presidente decide elegir al otro; le dar las gracias respetuosamente a Frank y asegura necesitarle más en el Congreso que en la administración gubernamental.
No obstante, tras una larga noche de insomnio y reflexión Frank, alentado por su mujer, limpia sus zapatos, se pone su traje prefereido sobre la inmaculada camisa blanca y sale a trabajar, a Washington, como cualquier otro día. El bueno de Francis (así le llama su bella esposa de las interminables piernas) sabe muy bien la diferencia entre el poder y la riqueza. No le importa el dinero. Lo que más anhela es estar cerca del PODER, estar en la "la jugada" (si no estás en la mesa, estas en el menú convendría decir).
Una vez, el congresista, decepcionado por la actitud codiciosa de su ex asistente, dice "la diferencia entre la riqueza y el poder es que la riqueza es una bella mansión que puede destruirse por una fuerte tormenta, mientras que el poder es duro y resistente como una roca que, aunque a primera vista no es tan atractivo como el dinero es duradero a lo largo del tiempo".
Así empieza el piloto de la serie política más famosa de los EEUU que hasta el Presidente Obama dijo por twitter: "No quiero spoilers, por favor". Y añadió en un entrevista que "ojalá todos sus colaboradores fueran tan eficientes como Frank Underwood". Es que el "halago presidencial" a Frank no es gratuito. Frank representante el arte de la guerra y la manipulación en su máximo esplendor, en el que no hay lugar para los débiles ni para los que tienen prejuicios, ni los escrupulosos y bondadosos de corazón.
Desde el punto de vista jurídico es muy importante destacar la calidad de la serie en cuanto al funcionamiento de las relaciones políticas se refiere. Sobre todo, la realidad americana. Aquí en Europa quizás nos extrañe y parezca increíble la fuerza de los grupos de presión, los llamados LOBBY, pero no es así en el país mas poderoso del planeta. En el país que presume ser el más democrático, las leyes y enmiendas (Acts and Amendments) son el resultado de las presiones que reciben los grupos políticos de las grandes corporaciones. Los grandes magnates son los que compran y venden votos, pactan el futuro venidero bajo sus condiciones, ya que no hay que olvidar que estamos en un contexto muy americano: el dinero nunca duerme diría Gordon Gekko (Wall Street, 1987), personaje del mundo de finanzas interpretado magistralmente por Michael Douglas.
Desde el punto de vista visual hay que remarcar el breaking de la llamada cuarta pared, Frank habla a la cámara, nos habla a nosotros, directamente ,en los momentos cruciales, tensos o cuando simplemente tiene algo que decir. Es una herramienta mu bien utilizada en esta obra.
Así pues, habiendo realizado las presentaciones necesarias, queridos amigos y amigas, amantes del buen cine y series, os invito a visualizar esta obra de arte que de momento cuenta con dos temporadas y a la espera de la tercera y cuarta. Nominado a muchos premios y ya ganado unos cuantos esta serie apuesta por un estilo fresco y rápido.
Con unos planos ágiles y trepidante ritmo, el espectador no se cansa. La banda sonora también es una protagonista indiscutible en esta serie, ya que va avisando de los momentos de máxima tensión y los giros imprevisibles.
Ah! Una cosa más, no olvidéis: lo que más valora Frank es la LEALTAD. Be loyal to him. He appreciates that!
P.D.: muy importante la figura Claire Underwood. La mujer de hierro que apoya a Frank en todas sus decisiones. Sabe muy bien de los poco affairs de Frank, siempre con objetivos políticos y le comprende. Comprende muy bien el juego político de las altas esferas de Washington y hará todo lo posible para que su amigo, compañero y esposo les lleve hacia el deseado parnaso, una cima que ellos están seguros de que merecen conquistar.
Bajo la incuestionable belleza de esta mujer, se esconde (si es que podemos utilizar este término para la poderosa y manipuladora Claire) un ser humano frío y calculador que guiará a Frank por los inescrutables caminos del destino para afrontar la temida lucha que mantiene el congresista con los hombres más poderosos del Mundo Libre.
Genial crítica y genial serie. Desde luego si hay una serie que narre de forma fidedigna la política de EE.UU. es esta serie. Gran acierto Ararat escogiendo esta magnífica serie del gran Kevin Spacey... mi enhorabuena !
ResponderEliminarGran serie. Como prioriza " Francis" el poder al dinero, si no que se lo digan al poderoso Tusk. La democracia está sobrevalorada, como llegar al despacho oval sin conseguir ni un solo voto, como puede tragarse a tanta gente la ambición desmedida de un tipo y su mujer ( russo, zoey, el novio de ésta y un largo etc) Frank Underwood el César Borgia del Capitolio
ResponderEliminarPD:Fdo:Pasteur
ResponderEliminarSeñores muchas gracias por vuestros comentarios. Víctor, tienes razón, es una de las pocas series que refleja tan bien el ambiente, las intrigas y el "olor" de Washington. Y en cuanto al comentario de Pasteur, tienes toda la razón, Frank avanza sin parar, pero no hay que olvidar que juega con las mismas armas que los otros, las de la sobrevalorada democracia. La Democracia es peligrosa?
ResponderEliminar